La Organización Mundial de la Salud ha declarado que la resistencia a los antimicrobianos es una de las 10 principales amenazas para la salud pública mundial que enfrenta la humanidad. La administración de antibióticos ha sido definida en un consenso de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (IDSA), la Sociedad de Epidemiología de Atención Médica de América (SHEA) y la Sociedad de Enfermedades Infecciosas Pediátricas (PIDS) como «intervenciones coordinadas diseñadas para mejorar y medir el uso adecuado de los agentes [antibióticos] mediante la promoción de la selección del régimen óptimo de medicamentos [antibióticos], incluyendo la dosificación, la duración de la terapia y la vía de administración».